domingo, 29 de noviembre de 2009

Giroux y su ideal enseñanza


Henry Giroux nació en 1943, en Norteamérica, hijo de emigrantes canadienses. Estudió historia, luego ejerció como docente en Boston, más tarde fue catedrático y director de algunas universidades relacionadas con los estudios culturales. De hecho su trabajo más destacable es que los integró dentro del estudio de la Educación y la Pedagogía. En base a esta trayectoria es que surge su crítica al sistema educativo y cultural determinado por el mercado de las industrias, donde niños y jóvenes aparecen como meros objetos de estas, pero también como víctimas de los consumos que les ofrecen. De esta base parte su crítica pedagógica

El autor formula su crítica apuntando a que la sociedad ha cosificado a las personas, es decir, les han quitado las cualidades humanas. En este sentido, fija su mirada en los profesores quienes, según él, han sido los más perjudicados por este proceso, ya que siente que son reducidos “a la categoría de técnicos superiores encargados de llevar a cabo dictámenes y objetivos decididos por expertos totalmente ajenos a las realidades cotidianas de la vida del aula”. Según esto, Giroux plantea que a los profesores se los ha desvalorizado, sin tomar en cuenta la importancia de la responsabilidad social que recae en ellos y, por ende, sólo ellos pueden llevarla a cabo.

Así hace una llamado a volcar el concepto erróneo con el que se clasificó a los docentes por una mirada más altruista y progresista. Para lograr esto hay que partir de las escuelas y concebirlas como un lugar de mantenimiento de la democracia “como lugares económicos, culturales y sociales inseparablemente ligados a los temas del poder y el control” (Giroux). Esto quiere decir que las escuelas deben ser lugares de debate, donde confluyan diferentes posturas entorno a la vida y se generen formas particulares de estas en la sociedad. Es en la escuela donde los estudiantes aprenden lo que es vivir en sociedad, con todo lo que ésta implica, por esto deben conocer las diversas expresiones en torno a la comunidad. Así el autor llega a la conclusión de que la escuela no representa de ninguna manera un espacio neutral, pues la sociedad tampoco lo es. En base a esto, Giroux pretende altercar el papel de los profesores en la escuela –vistos como técnicos superiores acatadores de órdenes- otorgándoles la categoría de intelectuales, en cuanto a que se trasforman en agentes reflexivos que producen además una reflexión crítica en los jóvenes. Por tanto, la visión del autor hacía los profesores es de “profesores como intelectuales transformativos”, productores y creadores de cultura. Y, por consiguiente, no neutrales. Esta crítica radica en la base de la misma educación con la que son formados los docentes, que no contribuye al pensamiento crítico de éstos, sino que, desde el comienzo de su formación, forma al futuro educador en un ente pasivo y neutral. Según este papel del profesor intelectual transformativo y de la escuela democrática podemos entender el rol del profesor como un intelectual público, quien intenta ocuparse responsablemente de las dificultades más apremiantes dentro del sistema educativo, y de esta forma poder conectar el aprendizaje a maneras más participativas que puedan favorecer la vida democrática del estudiante. Por otro lado, el rol del alumno es aceptar a su par y entorno con sus defectos y virtudes, en la medida de que sabe convivir con una visión reflexiva, en democracia, donde todas las posturas son respetables.

Considerar a los educadores como personas que tienen un total protagonismo dentro del proceso educativo y considerar, además, a la escuela como el eje de generación de la sociedad, harán que el profesor suba de posición dentro del proceso pedagógico. Así el ideal educativo, para Henry Giroux, sería el que esté enmarcado en la participación directa de los docentes al momento de las planificaciones escolares. Porque ellos son el eje fundamental para que funcione el programa educativo, ellos son los que tienen el contacto con los educando, por lo tanto saben las falencias y fortalezas del sistema.

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