domingo, 29 de noviembre de 2009

Paulo Freire: La escuela liberadora de opresión



Paulo Freire, nació el 19 de septiembre de 1921 y falleció en mayo de 1997. Proviene de una familia de clase media brasileña que se vio rotundamente afectada por la crisis económica de 1929. Estudió derecho, filosofía y psicología del lenguaje. Fue director de diversos Departamentos Culturales. Se casó con Elza Costa, una maestra, de ahí su acercamiento e interés hacia la pedagogía. Él construira su perspectiva educativa, que estará siempre marcada por la crisis y la pobreza que vivio en su país.
El autor, a través de sus diversos saberes académicos, comprende que la forma en que se ha relacionado la humanidad es a través de la relación dominador-dominado. Esto se refiere a que en la sociedad siempre existe alguien más poderoso que subordina al más débil. Así observa que esta relación asimétrica se vuelve algo natural en el hombre, pues la acepta como el orden que debe organizar la vida en comunidad. Sin embargo, hay una esperanza, según Freire, y esa es que el ser humano es un ser condicionado, pero no determinado, pues tiene conciencia de sí mismo y de su entorno. Así el ser humano puede cambiar su posición en la sociedad por ser un ser cultural, tiene las facultades para poder manejarla. Por lo tanto esta relación asimétrica se da sólo en la medida de que dejamos que nos dominen, y esto es producto de que el hombre no ha tomado conciencia de sí, por lo tanto es ignorante. Aquí entra en juego la tarea de la educación, ya que a través de ella se generan sujetos concientes de sí mismo y de su rol en la sociedad. Es así como el proceso educativo debe generar que los estudiantes sean más concientes y deseosos de cambiar el mundo. Para Freire un factor fundamental que ayudará a contribuir el papel de la educación es el diálogo. Si no hay diálogo sólo se transmiten conocimiento sin la posibilidad de construir uno. Es así como a través de este se construye el saber participando con el otro, se acepta la pluralidad, pues el sujeto a través de la conversación entiende su mundo, analiza su realidad y aprende a integrarla. Debido a este proceso, la persona toma conciencia de que somos sujetos históricos y sociales, por lo tanto debemos aprender a participar activamente en la historia ocupando un rol crítico y responsable, ya que no somos entes individuales sino que sociales pero autónomos, es decir, todos debemos crear una postura frente a la realidad y actuar en base a ella. Estamos inmersos en una comunidad en la cual debemos relacionarnos a través de diálogo crítico y no por relaciones asimétricas. Es por eso que para Freire el profesor debe ser humano, en el sentido de que no posee todos los saberes y tiene la opción de reconocer sus errores y limitaciones en su clase. Ya que para el autor es más válido responder un no sé, frente a una pregunta, que mentir sobre una respuesta para no quedar como ignorante y, a la vez, traspasarle esa ignorancia a los alumnos. Apela a la humildad del profesor, como alguien que siempre puede seguir aprendiendo, pues es el ejemplo que busca dar. En este sentido el profesor demuestra que ambos estan compartiento el proceso educativo.

La crítica más significativa que hace Freire es a la denominada educación bancaria, nombre que el mismo atribuyo, haciendo referencia a una educación que “deforma la creatividad necesaria del educando y del educador” (9). Así sólo el educador tiene un rol activo, posee todos los conocimientos y promueve una memorización, por lo tanto el diálogo queda nulo y los estudiantes tienen un rol pasivo y quedan sin armas para cambiar la sociedad. Así esta educación oprime porque niega el diálogo y ve a las personas como objetos generando sujetos oprimidos, es decir, sin conciencia de sí. Esta educación es la que no deja a los sujetos liberarse, los vuelve ignorantes y por lo tanto sometidos a la relación asimétrica. Ya que el que domina si está instruido, como por ejemplo, el profesor. No así el alumno que se transforma en mero receptor.

Por lo tanto, el proceso educativo es participar conjuntamente en la construcción del saber, es la herramienta para trasformar el mundo de los estudiantes, es la forma de construir autonomía y la posibilidad de transformación cultural. Es la que nos hace libres, en cuanto a poder construir una crítica de la realidad y responsabilizarnos de ella siendo agentes de cambio. En base a esto el rol del profesor es de emancipador, debe lograr que los estudiantes se liberen y entregarle las herramientas para ellos, es decir generar el diálogo y la crítica. Por otro lado, el rol del estudiante es tomar conciencia de sí mismo y de la realidad, debe ser activo en la construcción del saber y responsabilizarse de su crítica en función de la sociedad, es decir, construir su autonomía.

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